Miren el gráfico que viene a continuación [en archivo
adjunto], mírenlo bien porque algo como eso les va a
costar de encontrar. Lo ha elaborado una alumna y un
alumno de la asignatura que imparto en segundo curso a
partir de la fusión de tres gráficos. Se refiere a
España, si, claro. Obsérvenlo bien porque este
gráfico resume lo que España es.
Lo primero, vayamos a lo evidente. En España, en
18 años: 1) el salario real medio no ha variado nada,
bueno algo si: el 0,7%, 2) la deuda de las familias se
ha más que duplicado, y 3) el saldo por cuenta corriente
ha sido o nulo o, mayormente, negativo. Resumamos: en
18 años, en el Reino de España, los salarios reales
medios no han crecido, sin embargo las familias han
multiplicado sus deudas por dos, y lo que España ha
importado ha excedido con creces a lo que España ha
exportado. Vayamos por partes.
La mayoría de empleadores radicados en el
reino se quejan de lo elevados que son los costes
laborales, sin embargo en 18 años el salario real medio
no ha crecido, entonces, ¿de qué se quejan las empresas
radicadas en España?. Pues se quejan de que su
competitividad es muy reducida a pesar de que los
salarios con que remuneran al factor trabajo que
utilizan son bajos: la mitad de las/los trabajadoras/es
españolas/es percibe salarios iguales o inferiores a
1.000 euros mensuales.
El problema no reside en los salarios, sino en
la baja productividad de las empresas y en el bajo valor
que generan, lo que supone que a la mayoría de las
empresas radicadas en España no les sea rentable
invertir en bienes de capital, y sí, en cambio,
deslocalizar y/o reducir plantillas y/o reclamar a voz
en cuello que se reduzcan los costes laborales, entre
ellos los salariales. Baja productividad que impide
reducir la inflación que contribuyen a alimentar unos
salarios crecientes (y unos márgenes empresariales al
alza), una inflación que ha estado restando
continuadamente competitividad a la economía
española.
Pero si las rentas salariales de las familias
no aumentaban no lo haría el consumo, con lo que el PIB
no crecería. La solución ha sido llenar con crédito los
bolsillos de españolas y españoles (nativas/os e
inmigrantes), crédito que no ha guardado ninguna
relación con las remuneraciones percibidas por esas
ciudadanas, pero eso muy poco ha importado: lo
importante era que la rueda continuase girando y que
el valor de los activos que amparaban esos créditos (las
viviendas que esa ciudadanía adquiría, por ejemplo)
continuase aumentando.
Y esas familias (y las empresas que las
remuneraban), ¿que adquirían con sus salarios (con sus
ingresos) y con esos créditos que tan alegremente se les
concedía?, pues bienes y servicios fabricados y
elaborados en España así como otros que traían del
exterior, el problema es que esos que traían no se
compensaban con los que enviaban a ese exterior, ¿por
qué?, pues por la baja competitividad de la economía
española, lo que llevaba a las empresas a despotricar
contra los elevados cotes laborales (y contra los
terriblemente elevados costes salariales).
Y vuelta a
empezar.
Suena a sainete, a opereta, ¿verdad?; pues sí,
y eso ha sido España; ha sido porque ya, ni siquiera eso
es.
(¡Que mal!, ¡pero qué
rematadamente mal tienen que estar las cosas para que el
jefe del Estado más poderoso del planeta haya llamado al
presidente del Gobierno de una economía que representa
el 2% del PIB del mundo y le haya dicho que tiene que
hacer lo que le dicen que tiene que hacer!.
Del hecho de la llamada del presidente Obama al Sr.
Rodríguez Zapatero el pasado Martes deduzco dos cosas:
a) que, como suponíamos, la economía española está
mucho peor de lo que nos dicen, y b) que España
cuenta potencialmente con un poder de hacer daño
superior al que en principio podría suponerse, en
parte porque está peor de lo que se pensaba, pero, en
parte porque entes españoles se hallen en un estado
mucho peor de lo que se admite. El tiempo dirá).
(Ya se están oyendo voces: ‘Si el déficit se ha
generado por el Plan E y a pesar del Plan E estamos
jodidos y ahora nos van a bajar las pensiones y los
salarios, ¿para qué ha acabado sirviendo el Plan E?’.
Como en los silogismos: olvídense de la verdad material
y miren la verdad formal: no me negarán que …).
Santiago Niño
Becerra - Viernes, 14 de Mayo
Santiago
Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica.
Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon
Llull.
http://www.lacartadelabolsa.com/index.php/leer/articulo/lo_que_espaa_es
La cultura permisiva
(contradictio in terminis), transmitida a una
generación de jóvenes, ha llevado a lo que ahora
tenemos, y esto no se arregla ni con maquillajes
sociológicos de uno u otro signo ni con recortes en los
sueldos de los funcionarios y congelación de las
pensiones. Ni es culpa exclusiva de este gobierno, desde
luego. Que lo aquí expuesto no sea
agradable de leer, no le quita ni un ápice de sensatez.
Otra cosa es que no entre en el análisis profundo de los
graves errores cometidos al querer ajustar un país
de cultura católica (cualquiera de los llamados
PIGS) a las estructuras de otros de cultura
calvinista, donde se considera que la responsabilidad es
individual (democracia liberal), y en consecuencia se
tiene que salvar uno por las propias acciones;
y donde el trabajo es una virtud y no un castigo
(tripalium). Un ejemplo más de ello es el
llamado Plan Bolonia para nuestras Universidades. Y por
favor, no se confunda cultura con religión, que sólo es
una parte de la misma (se puede sea ateo de cultura
católica o calvinista, p.
ej.).
[He puesto este texto en el
foro, donde se puede discutir si se
desea]
Saludos